Cambiar de compañía de luz es algo común cuando buscamos ahorrar en la factura o mejorar nuestras condiciones. Sin embargo, si tienes una deuda con tu actual comercializadora, es posible que el proceso no sea tan sencillo. ¿Significa eso que estás atado a tu compañía hasta pagar? No necesariamente. Vamos a verlo en detalle.
¿Se puede cambiar de compañía con deudas pendientes?
Depende. Lo primero que hay que saber es si tu contrato pertenece al mercado regulado o al mercado libre:
- Mercado regulado: Si tienes una deuda y tu contrato está dentro del mercado regulado (tarifa PVPC), es probable que no puedas cambiar de compañía hasta haber saldado lo que debes.
- Mercado libre: En este caso, muchas comercializadoras sí permiten el cambio, aunque la deuda seguirá existiendo y podrán reclamártela por otras vías.
¿Qué pasa si me cambio y tengo una deuda?
Si consigues cambiarte de compañía, eso no significa que tu deuda desaparezca. La comercializadora anterior seguirá reclamándote el importe pendiente y, si no lo pagas, podrías enfrentarte a:
- Recargos y penalizaciones por impago.
- Inclusión en listas de morosos, lo que podría afectar futuras contrataciones.
- Procedimientos legales, en casos más extremos.
Alternativas si tienes deudas y quieres cambiar de compañía
Si tu objetivo es cambiar de compañía, pero tienes facturas pendientes, aquí tienes algunas opciones que pueden ayudarte:
✔ Negociar un plan de pago: Muchas comercializadoras permiten fraccionar la deuda para facilitar el pago y evitar cortes de suministro.
✔ Consultar con la nueva compañía: Antes de iniciar el cambio, pregunta si aceptan clientes con deudas y cuáles son sus condiciones.
✔ Analizar si el cambio te conviene: Asegúrate de que la nueva tarifa realmente será más beneficiosa a largo plazo.
✔ Revisar opciones de ayuda: Si cumples con ciertos requisitos, podrías acceder al bono social eléctrico, que reduce el coste de la luz.
Conclusión
Sí, es posible cambiarse de compañía teniendo una deuda en algunos casos, pero la deuda seguirá ahí y podrías enfrentarte a consecuencias si no la pagas. Antes de dar el paso, lo mejor es analizar tu situación, negociar con la compañía actual y asegurarte de que el cambio te traerá una verdadera mejora en tu factura.